Socios de la red e investigadores clave implicados en el proyecto
Resumen del proyecto
El traumatismo craneal o lesión cerebral traumática (traumatic brain injury en inglés, o TBI) es la primera causa de muerte en adultos menores de 25 años, mientras que la mayoría de los supervivientes sufren daños cerebrales permanentes. Por lo tanto, es necesario mejorar el manejo de los pacientes, con un tratamiento personalizado y en tiempo real. La óptica difusa permite un seguimiento no invasivo del bienestar cerebral y del efecto de la terapia. El objetivo de esta línea de investigación es demostrar y validar cómo la óptica difusa puede ofrecer información crítica, de manera no invasiva, sobre el cerebro de los pacientes de cuidados neurointensives de forma a orientar su tratamiento.
La anemia es una complicación frecuente en la atención neurocrítica. Aproximadamente el 95% de los pacientes ingresados en la unidad de cuidados intensivos son anémicos, presentando valores de hemoglobina por debajo del rango normal durante los primeros tres días. La anemia compromete la capacidad de la sangre para transportar O2 y se asocia con un aumento de la morbilidad y la mortalidad entre pacientes críticos y TBI. Para hacer frente a esta complicación, aproximadamente el 45% de estos pacientes reciben almenos cinco unidades de transfusión de glóbulos rojos (red blood cells en inglés, o RBC). Sin embargo, estudios recientes han informado sobre los efectos adversos en la transfusión de RBCs en pacientes con TBI. Investigadores y clínicos especulan que esto es debido a una lesión de almacenamiento: con el paso del tiempo, el cambio en las propiedades de los glóbulos rojos almacenados puede conducir a una disminución de su capacidad de transportar oxígeno.
Este estudio aumentará significativamente la comprensión del efecto de lesiones de almacenamiento y transfusiones en pacientes con TBI anémicos. Se pueden determinar umbrales no invasivos para transfusiones de sangre en pacientes con TBI, haciendo innecesarios los métodos invasivos y, por tanto, disminuyendo el riesgo y mejorando el tratamiento de los pacientes con TBI y la atención crítica en su conjunto. La tecnología fotónica podría sustituir en última instancia algunos monitores invasivos, actualmente necesarios en algunos de los pacientes de cuidados neurointensivos.